Algún viajero se desahogó partiendo el periódico en dos.
Los restos de aquel periódico eran tanteados por otros viajeros, pero a falta de la mitad de cada noticia uno a uno abandonaban.
El que en su momento nació para informar al ciudadano yacía olvidado en el asiento de un autobús.
No queremos medias verdades.
¡Queremos verdades enteras!